En Three Dots Studio, somos dos hermanos apasionados por el mundo audiovisual que hemos decidido dar un giro a nuestras carreras para seguir lo que realmente nos mueve: crear contenido de alta calidad que sorprenda, inspire y conecte.
Joan, por su parte, es el creativo con chispa. Siempre ha tenido una visión diferente, un poco loca, pero en el buen sentido. Es el tipo que llega con las ideas que otros ni se atreven a pensar y que siempre está buscando cómo romper los tópicos del marketing y la publicidad.
Álvaro es el cerebro técnico de la operación. Desde crío, se montaba grúas de cámara y dollys en el taller de su abuelo, mientras los demás jugaban con coches de juguete. Después de pasarse una década como programador (sí, también sabe hacer cosas serias), decidió mandar todo al carajo y dedicarse a lo que realmente le mola: el mundo audiovisual.
Así que unimos fuerzas y creamos Three Dots Studio. ¿Nuestra misión? Hacer que el contenido de nuestros clientes no solo sea bueno, sino que destaque, reviente las estadísticas y se quede en la cabeza de todos. Nos encanta dar ese toque de originalidad y un poco de gamberrismo a cada proyecto. Si no dejamos a alguien con la boca abierta, no hemos hecho bien nuestro trabajo.
Nosotros no nos conformamos con lo fácil. Aquí, la calidad es sagrada, pero la diversión también. Queremos que nuestros clientes no solo vean un resultado espectacular, sino que disfruten el viaje con nosotros. Al final del día, lo que nos motiva es ver esa cara de "¡WOW!" cuando entregamos el proyecto. Es lo que nos hace seguir adelante y nos recuerda por qué hacemos esto.
Tenemos claro que no somos cualquier estudio. Hemos crecido con las redes sociales y sabemos cómo hacer que un vídeo destaque en un mar de contenido genérico. No somos los típicos freelancers que graban con el móvil y entregan algo a medias. Aquí nos lo curramos para que el resultado sea lo mejor de lo mejor.
En Three Dots Studio, combinamos nuestras habilidades técnicas y creativas para hacer realidad cualquier locura que se nos ocurra (o que se te ocurra a ti). Porque al final, lo que importa es que tu contenido destaque y deje huella.